La mantequilla que olvidaste cocinar

Tu percepción se habitúa al medio ambiente que más se repite para ahorrar energía, controlar y sentir seguridad a través de su interpretación y así crea una representación mental de lo que le da placer y lo que no para adecuarse a su entorno.

Esto que percibió, interpretó y concluyó que es favorable para sobrevivir, pasa a un nivel subconsciente de la mente como forma de hábito que es un mecanismo de ahorro de energía muy efectivo en donde su rey es la ley del menor esfuerzo.

En esta estructura de funcionamiento creada y asociada en dicho entorno, el organismo va funcionando de forma eficiente, rápida y automática que se va perfeccionando a través del tiempo vivido en dicho entorno.

Pero, ¿Qué sucedería si hay algunas interpretaciones muy favorables para ajustarse a su entorno pero desfavorables para lo que está diseñado? ¿Qué es más importante , su bienestar o ajustarse al entorno?

Veamos con una metáfora para que puedan pensar y sacar sus propias conclusiones.

Imagina que vas hacer mantequilla de maní y para esto necesitas de una procesadora, esas que están guardadas en un rincón profundo de la alacena tapado de muchas otras cosas que son las que más usas, pero esta vez decides hacer algo diferente y tienes que recurrir a  usar ese elemento que está ahí guardado , hasta podríamos decir escondido detrás de todos los demás elementos y hasta creíste que no existía porque no era necesario para tu cotidianeidad porque no eres de hacer mantequilla seguido, pero esta vez es diferente, entonces tu mente recuerda que tienes la procesadora y vas por ella.

Vas a la alacena, sacudes un poco todo como si fueras un viento huracanado y entre ese caos la logras encontrar y cuando la ves te pones feliz y también asombrado porque habías olvidado de su forma, de sus partes, de cómo usarla, etc.

Entonces te detienes a observarla y percibes que está sucia, rota, desarmada, deshecha, y te dices : “total no la uso seguido”, “lo que no usas se estropea”, “lo que no necesitas no es necesario observarlo”, en fin muchos pensamientos lógicos, pero ahora quieres usarla para hacer tu mantequilla, y manos a la obra.

La limpias, la desinfectas, arreglas y por obra de magia puedes hacer tu mantequilla y dices: “a pesar de que no la use, no la observe y este ahí tirada funciona igual, entonces la vuelvo a tirar ahí atrás de todo para la próxima”, “esta electrodoméstico es fantástico, lo tiro por ahí, lo olvido y cuando quiero lo uso y funciona sin necesidad de tanto cuidado diario”. Pero, ¿Funciona de forma eficiente o solo funciona para tu propio interés personal?

Estas explicaciones son muy coherentes y ciertas para un electrodoméstico.

Pero muchas veces usas esa misma lógica para ti mismo, te usas para cumplir una función a algo externo para ajustarte a ello y sobrevivir , así solo usas lo que más te beneficie y no usas lo que no te sirve para ese entorno que te ajustas, entonces comienzas a dejar de lado partes de ti mismo, las escondes en lo más profundo de tu ser para evitar observarlas a diario y así ahorrar energía, total en tu mente lógica te dices: “esa parte no la uso, no es tan necesaria y no me trae beneficios”, “cuando la tenga que usar para algún beneficio lo haré”, entonces decides no prestarle atención, no observarla y te habitúas a ello creyendo que va a mantener su eficiencia que esperas cuando quieras usarlo, hasta que viene una tormenta a sacudir tu estructura mental que le llamas realidad y solo ahí observas que hay una parte tuya que descuidas y hace tanto tiempo que no  observas que te olvidaste cómo funciona y hasta crees que es ajeno a ti, este es un mecanismo de defensa de tu mente para seguir evitándote porque crees racionalmente que eso no es tuyo, que no te sirve, entonces puedes preguntarte ¿ En qué entorno no te sirve? ¿Qué realidad estás viviendo que evitas una parte de ti mismo?¿Que ideal buscas cumplir que te aleja de ti mismo? ¿En qué mundo decidiste ajustarte que es necesario evitar una parte de ti mismo? ¿Qué beneficios te da el entorno para que te dejes de lado? ¿Qué costo tiene? ¿Qué intereses personales sostienen tu realidad?

¿Y si eso que tanto evitas es tu propia salud? ¿Y si eso que está escondido es tu niño interno vital? ¿Y si esto que está ahí guardado es una herida que no quieres sanar ?

Si es así, esta herida es la fuente de todas tus preocupaciones, distracciones, tareas autoimpuestas, resistencias, problemas, fantasías de peligro que te vas creando para evitar sentirte, si , creaste tu realidad sostenida de un dolor muy profundo que crees ajeno pero que condiciona tu realidad porque lo único que haces y haces y haces es crear tareas para no pensar en ello y así no sentir.

Crees que te conoces hasta que decides hacer mantequilla de maní y descubres que había una parte que habías olvidado.

Hacer algo nuevo puede ayudarte a que descubras ese elemento que está escondido dentro tuyo y que es necesario que observes para que logres tu estado completo de bienestar y logres integrar todo tu ser a tu vida.

Solo así, integrando lo positivo y lo negativo podrás emprender procesos creativos para ayudarte a ti mismo y a tu entorno.

Espero que hagas más mantequillas de maní y aunque eso te dé un poco de miedo, te animo a que lo hagas de igual manera y si el miedo te hace resistir, habla con alguien en quien confíes y te acompañe en ese proceso, muchas veces pedir ayuda es el acto de valentía que te impulsa a atravesar tu proceso con coraje, no estás solo, hay muchas personas ahí que esperan ayudarte , pero solo cuando tu decidas pedir su ayuda.

Gracias por llegar hasta aquí, te animo a que dejes tu comentario y si quieres puedes compartir lo que esta historia hizo resonar en ti, tu comentario es muy valioso.

1 comentario

  1. Hola! Que interesante esta reflexión, me trajo la necesidad de observarme y recapitular en muchos aspectos. En la vorágine de hacer y vivir productivamente evadimos/postergamos saber quienes somos y que estamos haciendo para honrar ser especie humana.
    También me motiva a saber desde donde dentro mio y por que construí mi vida como la estoy viviendo, que decisiones responden a cosas que nunca elegí y que solo acepte como usos/costumbres, deberes/mandatos.
    Gracias por volverme a la reflexión, y abrir el espacio para poder compartirlo. Abrazo!!

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *